Querida familia
Comparto con todos vosotros;-)
Un abrazo
https://youtu.be/i35jWqOL2lY
Lidia Blánquez
La medicina real, la del futuro, será la intuitiva
Conozco los beneficios de la fantástica herramienta del ayuno gracias a Lidia Blánquez, una terapeuta que habla desde el corazón
Sábado, 17 de junio de 2017
El universo me concede el fantástico regalo de charlar un rato con Lidia Blánquez, terapeuta multidisciplinar, especialista en el tratamiento de enfermedades a través de la desconocida herramienta del ayuno, sobre el cual ha escrito el libro “Del ayuno a la conciencia”.
Lidia es una mujer carismática, dulce, radiante y llena de energía, a pesar de que la conozco en su cuarto día de un nuevo ayuno. Y siento la pasión que denota por su trabajo, por el conocimiento del cuerpo humano y su evolución, y todo el potencial que ofrece en ayudar a sus pacientes a encontrar la paz, a tomar las riendas de sus vidas, a sanar…
Actualmente Lidia Blánquez es directora del centroLidia Biosalud situado en Barcelona, creadora del concepto de “Ayuno Urbano” para el cual ha creado una línea de caldos vegetales terapéuticos.
Gracias Lidia por ser. Os dejo con nuestra charla.
¿Cómo te iniciaste en el mundo de las terapias naturales?
Desde muy pequeña ya tenía una sensibilidad especial por muchas cosas y por otros niveles de conciencia. Luchaba por demostrarle al mundo que yo no estaba loca y que lo que veía era real. Pero entonces tuve la escoliosis.
¿Y fue cuando empezaste a experimentar en ti misma?
Sí, pero antes vi como a mi madre la curaba un chico de unos 18 años. Ella tenía un problema en el sistema nervioso que no sabían como tratar y sufría de escalofríos en las piernas y no podía parar de moverlas. Él la miró a distancia y le dijo: “Te han operado del útero y tienes los ramales cangrenados de unos nervios que te han dejado. Pero no te preocupes”. Entonces el chico se sentó, le puso la mano a distancia y le dijo: “A partir de ahora ya no tendrás nada más”.
¿La curó?
Sí! Y yo me quedé muerta porque no entendía cómo podía ser que aquel chico supiera que la habían operado y que tenía aquello. ¡Parecía imposible! Era una persona normal, ¡no era un extraterrestre! Entonces pensé: “Si él puede hacerlo, yo también!”.
Te sentiste capaz…
Sí. Pero entonces me diagnosticaron la escoliosis. Trabajé duro porque físicamente era capaz de corregírmela en cada sesión a través de la respiración, pero estaba muy cansada. Renuncié a todo. Me querían operar de arriba abajo y yo dije que no. Me avisaron de que me quedaría en silla de ruedas, que no podría tener hijos si no lo hacía… Salí corriendo de la consulta pensando: “Es igual, yo confío en algo más y no quiero quedarme aquí”. Entonces empecé a estudiar: quiromasaje, masaje deportivo, terapéutico, linfático, osteopatía, fisioterapia… Trataba a la gente a un nivel físico y estructural y me gustaba mucho. Siempre he sido una fanática del cuerpo humano… y nunca he parado de estudiarlo.
¿Crees que es importante no creerse el diagnóstico?
Si estás enfermo y dentro de una pecera que está enferma, continuarás enfermo mucho tiempo
Sí, lo más importante es no creérselo y no identificarse con él. Yo me llamo Lidia y no me llamo escoliosis, o cáncer… Y las personas acostumbran a hacer esto: a identificarse. Vienen aquí y lo primero que dicen: “Es que tengo una esclerosis múltiple”. Incluso hacen clubs sociales porque creen que se sienten más comprendidos. Pero lo único que hacen es retroalimentarse de lo mismo y crear una vibración. Si estás enfermo y dentro de una pecera que está enferma, continuarás enfermo mucho tiempo. Por lo tanto, de este modo ¡no sana nadie!
No nos damos cuenta de la importancia de nuestras creencias…
No. Pero “matrix” es muy potente. Yo les aconsejo, epigenéticamente hablando, que se hagan responsables de su realidad, que cojan la sartén por el mango y que digan y hagan lo que verdaderamente les dé paz. Si el camino de la medicina convencional les da paz, pues adelante. Pero si no, que no lo cojan porque lo más importante para sanar es que se sientan en paz.
Yo les aconsejo, epigenéticamente hablando, que se hagan responsables de su realidad, que cojan la sartén por el mango y que digan y hagan lo que verdaderamente les dé paz
Debe de ser una decisión difícil…
Sí, y muchas veces el paciente lo tiene claro y vive una apertura y una comprensión cuando les enseñas su sangre o les explicas su realidad, pero entonces la família tiene miedo y le cortan. Hay más problema con la familia que con el paciente.
Tienes que convencerles también…
Bueno, digamos que lo más importante es que el paciente se deje de tonterías, que se haga responsable y que no se crea nada. Yo tengo pacientes con ELA que no se lo han querido creer y a día de hoy van tirando. Viven alguna crisis, pero la superan. Van haciendo cosas y camino en busca de la paz. Porque para mí la sanación es la paz. Si tienes paz en tu corazón y en tu mente, es igual lo que estés haciendo. Esto es lo más importante.
Pero tiene que existir la determinación de querer coger las riendas…
Sí, pero esta determinación tiene que nacer del corazón y no de la mente. La mente es muy poderosa, pero tienes que dejar el miedo y empezar a sentir la confianza que nace del corazón. Vivir la experiencia a través del corazón y no a través de la mente. La determinación de la que me hablas es esta fuerza “vitale”, la fuerza de la vida, y ésta pasa por el corazón. Tienes que decir: “Me da lo mismo, tengo un presentimiento y quiero ponerme en las manos de este tipo de medicina, y seguirla”. Normalmente cuando los pacientes toman esta decisión no lo hacen a través de la mente porque ésta siempre les cuestiona, les hace tener miedo, sentir inseguridad… “¿Quieres decir? ¿Quieres decir?” La mente habla todo el rato, crea posibilidades, pone piedras…¡En realidad es su trabajo! Habla para ser la protagonista, es normal. Pero también tenemos que quererla.
... para mí la sanación es la paz. Si tienes paz en tu corazón y en tu mente, es igual lo que estés haciendo. Esto es lo más importante
Cuesta aprender a seguir el corazón
Sí, de hecho tendríamos que ver el código para llegar al corazón y saber que todo aquello que sale de él siempre es la verdad. Y cada cual tiene su propio código.
¿Y como ayudas a tus pacientes a encontrar este código?
Pues por ejemplo, el otro día me visitaba una paciente con esclerosis múltiple, para mí una heroína porque se dedica a atender a otras personas. Ella me decía: “Es que yo soy muy mental” - “Pues vamos a buscar tu camino.. Veamos… ¿Dónde estás? ¿Aquí? ¡Venga!, ponte la mano en el corazón, ¡va! Calla la mente, dile que calle y ahora baja al corazón. ¿Sientes el corazón? ¿Ya estás? ¿sí?.. Ahora, pídele si quieres hacerlo. ¿Qué sientes? ¿Te da paz o te la quita? Honestamente…” Y ella me dijo: “Sí, he sentido una alegría y he visto unos colores…!” - Pase lo que pase en la vida, siempre tenemos que seguir el camino del corazón.
Pase lo que pase en la vida, siempre tenemos que seguir el camino del corazón
¿Sería lo mismo que seguir la intuición?
Sí, de hecho la intuición es la manifestación verbal de la vibración del corazón. Porque la intuición viene del lóbulo frontal, del tercer ojo. Desgraciadamente lo tenemos muy cerrado porque no queremos ver, tenemos demasiados miedos y además está la mente, que desconfía de la intuición… Pero cuando conectas el corazón con ésta, la vida es ¡absolutamente mágica! Nada tiene que preocuparte, ¡nada! Vives el momento presente y ¡ya está!
¿Es cómo si de repente ves que formas parte de un todo?
¡Exacto! Y empiezas a ver que pasan cosas… como por ejemplo la sincronicitat. Y esto es muy fuerte. Cuando vives con confianza, todo llega. Ni siquiera lo tienes que ir a buscar. Es cómo cuando piensas que llegas tarde a una cita y estás impaciente porque el otro te está esperando. Entonces abandonas esta idea y de repente recibes un mensaje que te dice: “Llegaré 10 minutos tarde”.
Sí, pasa porque todo es perfecto, ¡sólo hay que confiar! La confianza es la antítesis del miedo. El miedo nace de la mente, pero el corazón sabe lo que está haciendo, lo que tiene que hacer en el lugar en el que está y con la persona dentro de la cual existe y que es lo más importante. Todo lo demás da igual. Este es el eterno presente y debes tener un buen grado de confianza en tu momento presente, y de lo que te está pasando… porque es perfecto para ti.
Lo que pasa es que parece que hablamos de dos mundos: el palpable y el inmaterial o más esotérico… ¿donde estaría el equilibrio para poder vivir con los dos?
Yo creo que el problema es que hemos creado la palabra “esotérico” para cosas que en realidad son normales. Huímos de la propia normalidad. Por ejemplo, cuando alguien me dice: “No me hables de energía!”- yo siempre pienso: “Pero si todo tu cuerpo es energía, estás comiendo energía, el resultado de tu digestión es energía y ¡todo esto es ciencia! ¿Quieres seguir ignorándolo? ¡Adelante!”
... cuando conectas el corazón con ésta, la vida es ¡absolutamente mágica! Nada tiene que preocuparte, ¡nada! Vives el momento presente y ¡ya está!
Necesitamos ver para creer
Ya, pero es que tampoco le ves la cara a un ácaro y en cambio lo tienes delante. Hay realidades paralelas que están a nuestro lado y dependiendo de si subes o bajas tu vibración, se muestran o no. Somos la representación del cosmos y esto es sagrado. Cuando en ciertas culturas se saludan con el “Namasté”, están agradeciendo que generosamente vengas a darme esta participación con tu presencia, que es perfecto, y que la compartas conmigo. Es tu frecuencia, el reducto de todas tus existencias, incluso de tu nacimiento, que ya es sagrado.
¿En este momento podríamos hablar de un discernimiento de la persona?
Bueno, es cuando te das cuenta de todo, de que hay una conexión real con todo y de que tú estás en esta escucha o estás fuera. Tú decides, pero negarlo es ridículo, es como afirmar que sólo hay vida en este planeta. Es como un empezar a ver las posibilidades y por ejemplo, la enfermedad sería una posibilidad para ir más allá, porque es un maestro de vida. Es el maestro que te abrirá las puertas a este discernimiento, a la verdad de la vida.
... cuando alguien me dice: “No me hables de energía!”- yo siempre pienso: “Pero si todo tu cuerpo es energía, estás comiendo energía, el resultado de tu digestión es energía..."
¿Y porque crees que nacemos con esta ignorancia? Me moriré y tendré que volver a hacer el proceso de recordar…
Yo creo que si naciéramos con todo el conocimiento, ¡nos volveríamos locos!
¿Conocimiento de todas las vidas?
¡Claro! Mi maestro decía que para llegar a este momento y con esta consciencia, hemos pasado por millones de vidas. ¿Cual quieres recordar? Todos estos millones de vidas ya están impresas en mí, en mi ser… y esta vida que vivo, es el reducto de todas las demás. Lo que me toca vivir es lo que he venido a experimentar y no es ni bueno ni malo.
¿Y nuestro cuerpo físico también?
Sí, incluso el cuerpo físico es la vibración de todas las experiencias de los millones de vidas pasadas. ¡Es brutal! Por eso cuando miro a un humano lo encuentro precioso, ¡siempre! Sí, porque la belleza no es sólo interior, también es exterior… ¡Uuuaauu!… ¡qué orejas, qué ojos! ¡Fíjate! ¿Cómo debían ser la última vez? La creación es alucinante. En cambio, todo lo que hemos creado los humanos con nuestra mente es ridículo comparado con esto.
Vaya, ¡al final siempre volvemos a la mente!
Sí, porque la mente quiere tener toda la información, quiere hacerse fuerte y poderosa. Lo necesita porque en ella está el ego y nuestra debilidad. Pero la mente es fuerte y débil a la vez porque simplemente es una acumuladora de información, que actúa dependiendo de ésta. Pero si nosotros la liberamos y nos centramos en el corazón, empezaremos a vivir desde la fuente, desde nuestra realidad verdadera, porque la realidad está dentro del corazón. La mente es un reducto de posibilidades, pero es humana.
Somos algo más que la mente
¡Sí! Yo miro las células cada día y ¡veo a Dios! Veo la galaxia, veo trillones y trillones de bacterias que están trabajando para ti. Dan su vida y son seres con su propia consciencia. Continúo emocionándome cuando miro la sangre de los pacientes. Y les digo: “Mira, ¡tu galaxia! ¿No te parece emocionante? ¡Es la vida! Estás viendo tu cosmos de la que eres amo y señor”- Buscamos fuera el amor y el reconocimiento y en cambio todo está dentro de nosotros. Sólo hace falta que escuchemos a estas células, como trabajan, como nos quieren y como nos dan la vida. Debemos honrar esto y compartir esta felicidad. No hace falta que la busquemos en la playa o en la montaña, en Buda, en Jesús…
... la enfermedad sería una posibilidad para ir más allá, porque es un maestro de vida. Es el maestro que te abrirá las puertas a este discernimiento, a la verdad de la vida
¿Lo enfocas siempre así con tus pacientes?
Yo simplemente escucho el alma de las personas y me conecto con el corazón. Así siento su verdad. No todo el mundo genera este tipo de conversación al principio.
¿Y cuando te encuentras con algún escéptico?
Glóbulo rojo, glóbulo blanco, membranas, iones… Estás viviendo con estrés. Has perdido todos los iones por exceso de acidez, no fluyes, no comes, tienes hipoxia… ¿Quieres escuchar esto? Pues yo estoy aquí para respetar quién eres, yo no soy nadie.
Yo miro las células cada día y ¡veo a Dios! Veo la galaxia, veo trillones y trillones de bacterias que están trabajando para ti. Dan su vida y son seres con su propia consciencia
Cada cual es libre de despertar cuando quiera…
Totalmente, pero ¿cual es la verdad? ¿Qué estemos todos despiertos? ¿Despiertos de qué? A otras creencias, ¿a la conciencia? ¿Qué es la conciencia? Aquellos que se suelen denominar conscientes en realidad están manifestando su ser. Pero lo tenemos que manifestar ¿o lo tenemos que ser? Es tiempo de accionar el ser para que continúe en este mundo.
Tenemos mucha información pero hay que pasar a la acción
Sí, mucha. Mi maestro me decía: “No leas porque infectarás la mente con los pensamientos y las vibraciones de los demás, te perderás y no sabrás reconocerte, no sabrás quién eres”. Y yo que me había pasado la vida comprando libros.
Al final, con la presencia plena ya obtienes la información que necesitas
Sí, con confianza.
¿Y cómo se hace para no volver a caer en la preocupación y en los problemas diarios?
Entrenando constantemente. Y caminando, simplemente. Yo siempre digo que tengo un “jefe” que es el universo que me pone allí donde tengo que estar y haciendo lo que tengo que hacer. ¿Ahora que toca? ¿Esto? ¡Pues muy bien! Si se lo cuestiono o me resisto me hará daño, por lo tanto lo acepto y doy las gracias.
Para ti, una buena manera de conectar es haciendo ayunos ¿no?
Para mí el ayuno es un regalo porque puedes ser más sutil a otras dimensiones y ver que somos mucho más grandes. El ayuno es una herramienta innata de los seres humanos. Todos la tenemos y pocos la usamos.
Se ha perdido en el mundo más industrializado…
Sí, hemos perdido las raíces, las costumbres, los hábitos, la esencia, la sabiduría natural innata que se ha ido aprendiendo. Mi abuela hacía cuaresmas. En realidad era una medicina real, verdadera, intuitiva y que se probaba a través de la praxis. Antes, la gente ponía en práctica las cosas, no necesitaban creer en nada. Experimentaban. Ahora le dices a alguien: “Haz un ayuno”, y te responden: “Ay!, es que yo no creo en eso”- Cuando éramos trogloditas, el subconsciente representaba un 10% frente al 90% de consciente que se creaba por el trabajo que generábamos día a día. Es decir, la experiencia era la propia inconsciència, o mejor dicho el proconsciente. Ahora, cada vez vamos perdiendo más consciencia y tenemos más inconsciència porque las cosas las hemos leído, nos las han explicado, las hemos visto pero no las hemos experimentado. Todo esto se reduce a un reducto de datos de información que prácticamente son todo mentira. Porque para saber si es cierto, debemos experimentar. Y antiguamente el 90% era cierto porque se basaba en las acciones y hoy en día es al revés. Imagínate, ¡vivimos desde el inconsciente! Y lo peor es que a los niños que crecen tampoco se les hace experimentar.
Yo simplemente escucho el alma de las personas y me conecto con el corazón. Así siento su verdad
Y partir de la experimentación con el ayuno, ¿los pacientes se hacen más responsables de lo que comen después?
¡Mucho! Y me emociono cuando me dicen que les ha ayudado a dejar la Coca-cola, el pan… y que ahora comen productos integrales o ecológicos. Y de rebote, ¡toda su familia! El ayuno es una herramienta para crear conciencia de la realidad de los humanos. Muchas personas empiezan a abrirse con él. Yo les veo como gusanos que se vuelven mariposas. ¡Es tan emocionante! El ayuno es un reajuste, una iniciación… No conozco a nadie que no le haya cambiado la vida.
El ayuno es una herramienta innata de los seres humanos. Todos la tenemos y pocos la usamos
Hay quién habla de sacralitzar los alimentos, el suelo, el agua que recibe, la tierra, las manos que lo plantan, que lo recolectan…
Sí. Desde los inicios de los tiempos, buscábamos nuestro propio alimento y esto era lo más importante porque de ello dependía nuestra supervivencia. Tenemos que honrar y respetar la vida.
¿Quizás el ayuno nos hace más agradecidos y humildes?
Sí, porque paramos la mente, el “yo quiero”, aquello de “no lo he probado”, o “todo lo que me gusta es esto”… Cada día tenemos que trabajar para nuestro cuerpo porque tenemos muchos trabajadores aquí dentro que necesitan herramientas y curas. Ya deleitaremos a la mente el fin de semana con toda esta cocina de ciencia-ficción, de sabores y texturas. Pero no el resto de días.
Es una cocina muy visual, ¿no?
Totalmente. Es todo lo que la mente puede percibir. Pero también se la tiene que alimentar y por eso hay que saber cuando y cómo. La mente es como un animal que se tiene que adiestrar, pero quien mandas eres tú.
¿Cuál es la primera terapia que aplicas con un paciente?
El HLBO. Se trata de una prueba de sangre que hago en la primera visita. Saco una gota y la miro, en seco y en vivo. En la gota viva aparecen todas las células, los glóbulos rojos, los blancos, y también los hongos, los parásitos… Son cosas que la medicina convencional niega, pero yo los veo y allí están. Mutan y se hacen fuertes. La evolución ha pasado por encima de nosotros y por eso hay tanta enfermedad, porque los parásitos y los hongos se han hecho fuertes.
¿Y les recomiendas el ayuno?
Sí, si necesitan un reset. Sobre todo se lo digo cuando lo siento así. Pero no siempre entro con el ayuno. No todo el mundo lo quiere hacer. Entonces hacemos otras terapias: medicina orto molecular, biomagnetismo, medicina china, acupuntura… Para mí, su cuerpo es como un vehículo, así que les digo que se marchen y me lo dejen curar. Es una unidad y yo trabajo con las herramientas que tengo. Una de las terapias más avanzadas que hacemos es la del colon. Lo tratamos como si fuera un cerebro y los pacientes mejoran en muy poco tiempo. Incluso nos vienen pacientes de otros países. Los cambios que hacen son increíbles.
És que no se tiene ni idea de lo que es el cuerpo, ¡ni idea!! Todo lo que se ha escrito es muy poco.
La evolución ha pasado por encima de nosotros y por eso hay tanta enfermedad, porque los parásitos y los hongos se han hecho fuertes
Y tenemos que tener la mente abierta porque vendrán más cambios…
Totalmente. Yo creo que la medicina real, la del futuro, será la medicina intuitiva. ¡Me viene la risa y todo! Se tendrá que sentir a los pacientes.
Sí, pero desde la profesionalidad, ¿no?
Se tiene que confiar. Pero te aseguro que es la medicina del futuro, igual que la energía del futuro. Yo trabajo con ondas, con cromoteràpia… Tenemos vibraciones y esto es física pura. No se puede negar.
Yo creo que la medicina real, la del futuro, será la medicina intuitiva. ¡Me viene la risa y todo! Se tendrá que sentir a los pacientes
Y volviendo al ayuno, has ideado unos caldos vegetales, ¿verdad?
Sí, son brebages con más del 62% de verduras. Lo que hay en un litro no cabe dentro de un plato. Cuando se cocinan se cantan mantras, se aplica cromoterapia, el agua es dinamizada, mineral… Hay mucha conciencia en ellos: son medicina. Pero son caldos que designan el concepto de ayuno urbano, para gente de ciudad. En el campo la gente no necesita tanta ayuda. En la ciudad en cambio, hay gente que necesita mucha, que está perdida, infectada…
Yo por ejemplo, hago los ayunos de agua, 10, 12, 15 días… trabajando y todo. Pero hace muchos años que los hago. En cambio con los caldos, las personas pueden seguir haciendo deporte, ir arriba y abajo, pero con beneficios importantes. Para mí es sagrado que el ayuno se haga con agua, pero los caldos son también como un detox. Si tu comida es detox, día a día, estás siempre en detox.
Muchas gracias Lidia por este fantástico rato charlando. Una última pregunta. ¿Qué tenemos que hacer los amantes del chocolate?
¿Sabes que? Si te cuidas, el cuerpo es una máquina, todo lo puede gestionar. ¿Qué le puede hacer un trocito de chocolate? Es peor la represión; al hígado le hace mucho daño. Tu eres quien transforma los alimentos. Disfruta de este momento, y tu mente y tu conciencia generarán una alegría increíble!
¡Pues haré esto cada vez que coma!
¡Sí!… La masticación, la repolarización de tu propio alimento, ya está aquí. O sea, tú comes algo muerto y cuando lo masticas ¡lo conviertes en vida! Si coges el chocolate con consciencia y lo disfrutas… uuaauu!! ¡Es increible! Así que libérate de la mente, sé consciente con presencia y echa fuera cualquier juicio.
Me quitas un peso de encima. ¡Muchas gracias!
Cristina Jané
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