Las zonas remotas de Nepal son tan remotas que no llega ni el señal de telefono, he estado incomunicada casi una semana y eso pesa en el corazón de todos los que me aman y esperan noticias desde España.
Wapsa esta a dos días de camino de Salleri, allí no llega el transporte y la unica manera que tenemos de llevar los toplins (para proteger los cobertizos de la lluvia) es con la ayuda de un porteador.
Wapsa esta en medio de una ladera afectada por los desprendimientos. La mirabamos desde la montaña de enfrente antes de bajar y subir las cuesta. Empieza a llover a mares y el camino de bajada se convierte en un riachuelo. He perdido mi paraguas. Santabir me cubre bajo su paraguas y aseguro el camino.
Empleamos 5 horas des de que vimos el pueblo en la otra ladera hasta llegar. Estamos mojados en nuestro sudor y la lluvia.
El pueblo nos recibe con una gran sonrisa. Allí no han recibido más que sufrimiento estos últimos tiempos. Un vecino nos dice: - primero fueron los desprendimientos, después siguió el terremoto y ahora con el monzón vuestra llegada ha sido como si saliera el sol.
Organizamos para traer zinc para las cubiertas. Allí los cobertuzos son aun mas precarios. Una zanja en el suelo para condicir el agua de la lluvia, unas cañas de bambú y el plástico que sostienen.
De buena mañana salen 18 chicos y chicas en busca del zinc al pueblo de enfrente y no llegan hasta que ha oscurecido.
Repartimos toplins y zinc para 36 familias y ayudamos economicamente con 300€ a la escuela para la reconstrucción. Todo el pueblo se reune para agradecer nuestra ayuda. Nos cantan, nos bailan y todos dicen que no saben como agradecernoslo.
Salimos con más toplins para Sotang, alquilamos un porter. Empleamos dos dias de camino hasta llegar.
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